Me demueles, me destrozas
solo por no estar entre tu boca.
Como un río me creces desde adentro
arrastrando todo lo que hay en mí.
No tengo voluntad más que de amarte,
me devora la distancia colosal
que te empeñas en hacer cada vez más grande.
Me derrotas, me derrotas con tu amor
me vences!
Te quiero aquí conmigo, cada día, cada noche.
No hay un lugar en el mundo donde quiera estar
más que en tu cuerpo.
Me he vuelto adicta a tus caricias
al abrigo de tus brazos en el viento.
Si amarte es un pecado
pues soy la más grande pecadora
pero te juro por Dios
que de esto no me arrepiento.