.

Pase lo que pase, mi corazón se va a morir de pájaro. Tal vez esa sea mi única victoria.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Brindis.

El champagne me vino de regalo y ahora cada sorbo que rozaba mis labios tenía el bendito sabor de tus besos y yo hecha un demonio maldiciendo cada caricia, que por no ser dada, perforaba mis manos, como cuerdas atándome a tu cuerpo de ángel. Y mi alma, mi alma impura, condenada cada día, cada noche... a sangrarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario