Feroz tormenta eléctrica . Soñé que al despertar toda la
ciudad era edificios caídos, partidos y
en medio de la desolación sólo me preguntaba dónde estaba mi hija. ¿ Dónde está mi hija? Dónde está mi
hija?...
El día pasó veloz y de pronto ya no era su madre, ni la familia
su familia, ni sus amigos sus amigos. De pronto tenía otra mamá a la que cada
día le dice mamita, le dice mamita, le dice mamita…
Y yo aquí escribiendo como una imbécil para no implotar de la impotencia. Pensar en todo lo madre que
no fui , culparme hasta de respirar. No saber dónde está ni cómo acercarme
porque cada paso que doy para
encontrarla sólo ayuda a que esté cada día más lejos. Saber que ningún logro es
importante ,que ningún aplauso es su sonrisa, que ser feliz es un imposible porque
no la alcanzo a ella, no la alcanzo a ella, no la alcanzo a ella.
A veces - por esas cuestiones que tiene la ciencia...- la veo desde lejos tan hermosa, tan plena y yo con la mordaza en la boca y sin poder hablarle, sin poder decirle lo orgullosa que estoy de que haya crecido aún sin mí, sin mí, sin ella..
En Argentina no hay
ley que nos proteja de las sectas. Cualquier persona puede inventarse una
religión, tener adeptos y hacerles creer que son Dios. Cualquiera puede hacer
cualquier cosa con la cabeza de la gente. Un chico a los 18 años es mayor de
edad. Si querés recuperar a tu hijo sólo podés ir a la policía y pedir su
paradero ,ellos lo buscarán y gentilmente le dirán que debe regresar con su
familia y él seguramente que “ accederá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario