Yo creía que mi don era pintar, o cantar. Ilusa yo creía que las palabras llegaban a mí por alguna razón especial.
Pero mi don estaba tan cerca y era tan poco distinguido y brillante... Mi don tan poco claro era callar, y que simplemente en cualquier esquina de la noche o el día, cualquier persona extraña se sentara a contarme toda su vida; cualquier persona extraña dejara de ser, por un pequeño instante, extraña para mí.
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