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Pase lo que pase, mi corazón se va a morir de pájaro. Tal vez esa sea mi única victoria.

martes, 4 de diciembre de 2012

El don.

Yo creía que mi don era pintar, o cantar. Ilusa yo creía que las palabras llegaban a mí por alguna razón especial. 
Pero mi don estaba tan cerca y era tan poco distinguido y brillante... Mi don tan poco claro era callar, y que simplemente en cualquier esquina de la noche o el día, cualquier persona extraña se sentara a contarme toda su vida; cualquier persona extraña dejara de ser, por un pequeño instante, extraña para mí.

El nido.



Todas esas quietas grietas,

esas paredes grises,

esas rejas con sabor a infancia.

Tantas miradas duras,

tantos golpes e insultos;

manos en el cuello; voz quebrada.

Tanta jaula tan jaula

que me creció las alas más grandes,

inmensas,

que jamás nadie haya visto.

El oxígeno de los que alguna vez no respiraron.

Ahora ,

que todos los pájaros llegan a buscarme;

que me acarician

y me arropan con sus cánticos,

que me extienden el cielo en las manos

y me dicen adelante!

Vuela!

Quiebra tus ojos!

Nada en tu sangre!

Exprime tu alma
!
Porque has llegado sabrás de dónde partiste.