Comprendo, comprendo muy bien porqué sinrazón una se vuelve loca...
¿Y dónde está el vino? me dije a mi misma y señalé a un costado, el desorden, la manada de pinceles como cigarros. Vicios que una tiene según otros ,pocos comprenden que son la agarradera imprescindible a una vida con un ratito de cielo .Y qué va! -me dije- si yo no tomo!
Vamos a dejar el veneno que alguna vez su boca? ¿vamos a sentar cabeza en el suelo endiablado? Vamos a dibujarnos un rostro que no resbale con la lluvia! ¡vamos ! -me dije, como dándome ánimo. A estas horas en que nadie y a todas horas nadie. Por eso. Mis manos tienen esa costumbre de agarrarse y llevarme para adelante y yo de seguirlas dónde me lleven.
Más sincera que esta amarga primavera sin flores. Loca, ni una cuerda, para qué? Me eternizo con la noche antes que me digiera el día y me haga prisionera de mi sombra. Voy perdiendo los encantos que no tuve nunca y si ya no sueño, lucho aún por lo que ayer soñé. Por respeto, por honor a aquella mujer que alguna vez estuvo entera y tan viva dentro de mí.
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