Sal. (canción♫)

Lloverá
tras tus altos muros,
lloverá;
pero aquí el sol
cavará,
lento en mis ojos,
un lugar
para cada flor.
A través
de todas mis puertas,
miraré
pasar tu voz.
Soñaré
con tu día
un nombre.
Temblaré
como el otoño al caer.

Y Saldré,
puño de mis mares,
a morir la sal de tu amor.

Hoy:.

Aún me emociona el mundo y sus calles rotas,
sus ojos rotos, 
sus niños rotos, 
los rotos en sus seguridades; 
aquellos que acumulan para vaciarse. 
Los que no pueden verse en el espejo
porque no reflejan nada.
La soledad con la que nos vestimos todos
por dentro.

Reflexiones en el bondi.

Dicen que el desorden es descuido, yo creo que más bien una gran necesidad de toparse con ciertas cosas continuas veces; algo así como un reloj sin alarma sonando a todas horas.

Algunos me llaman locura.

Tengo los ojos color tierra, pero por dentro son un mar, de esos que parecen calmos cuando por dentro arrasa la corriente.Tengo las manos viejas y las ganas demasiado jóvenes y el camino siempre alerta. 
No sé cuantas guerras he peleado y ya no espero ganar. Voy aprendiendo de todos y me he perdido tanto en los demás que a estas alturas ya no pretendo buscarme.
Quisiera hacer algo bien, abrazar bien, tener la palabra justa,pero sobre todo necesaria; dejar algo bueno de mí en alguien y ojalá en mis hijos. Quisiera fuesen felices con sólo ser. 
En mi balanza todo pesa en un eterno desequilibrio. 
No sé cual será mi nombre mañana , hoy creo que me llamo amor.

Ves?

Saber de ti es perder el timón de todas las cosas
ves?
ya se me cayó el mundo de las manos otra vez...
Una mirada cierta en medio de tanto globo inflado,
Los diarios nos cuentan todo y no nos dicen nada.
Ya le dije que no al diablo
y hoy a Dios, quería comprarme mi salvación.
Que haré? me pregunto
desde aquella vez
que decidiste callar.
Callar.
Callar.

In/ constante.

Dejo constancia escrita de todo,
como si fuese a morir próximamente,
es que cada segundo es fulminante
para mí.

Encontrarte en este laberinto,
casi tan imposible como encontrarme.
La química de las horas desvirtúan
ese abrazo
donde hubiese quedado a partir.

Tengo que ir urgente al sanatorio de mis deseos,
allí están todos acostados
y con fiebre.