Amanezco y veo como explota el mundo en mis manos
mil lágrimas como estrellas de silencio.
Todos son puertas que llevan a algún lado de nosotros
a veces a la desesperación.
Quién pudiera creer en el amor,
somos noticias desgastadas y el viento sopla tan frío
que uno no sabe donde esconderse.

