Con todos mis fantasmas me tejí un collar, vi que brillaban
como perlas y casi sonreí.
Poco a poco las
manzanas regresaron al árbol , desafiando la ley de gravedad . Las nubes
desnudaban al viento hasta hacerlo tan
finito como mis ojos.
De pronto comprendí ..
soy yo la que me duelo, que escarbo hasta el fondo como si
no hubiese donde ir. Y tan ingrata soy contigo, con todo.
Pensé en las horas que he pasado afilando las puntas a mis
erizos, construyendo barricadas dentro de mí . En cuantas veces uno es incapaz
de tomarse así mismo de la mano y simplemente dejar de hacerse daño.